Rebecca Jones debe luchar por su salud y también por el bienestar de su único hijo

A finales de 2017, la actriz Rebecca Jones (65) enfermó de cáncer de ovario, hecho que afectó muchísimo a su hijo Maximiliano, quien cayó en depresión, en el alcoholismo y las drogas; todo parece indicar que los problemas recientes de salud de la intérprete han provocado que su hijo empeore, por lo que su padre, Alejandro Camacho, lo habría internado en un centro de rehabilitación en contra de su voluntad.

De acuerdo con la revista TvNotas, un amigo cercano a la familia confirmó que Max, de 33 años de edad, sufre de una fuerte adicción al alcohol y a las drogas, misma que ha empeorado en los últimos meses. "Desde que Max supo en 2018 que su mamá estaba enferma de cáncer de ovario, en una etapa avanzada, comenzó a tomar sin control, incluso a drogarse”, dijo la citada fuente.

El presunto amigo de la familia aseguró que Max no es el único preocupado por la salud de la ex actriz de Cabo, también su ex esposo y padre de su hijo; sin embargo, es su primogénito quien se encuentra fuera de control.

“Alejandro, aunque no lo diga, también está deprimido por la salud de Rebecca y además tiene la gran preocupación de ver cómo su hijo se está consumiendo. Le duele que siendo tan joven esté con tal depresión, que se ha descuidado al extremo de parecer un ‘homeless’ (vagabundo). Sus adicciones lo han llevado a no bañarse, dormir todo el día, comer cualquier cosa o incluso no comer”.

A principios de noviembre, Rebecca estuvo en terapia intensiva por una deficiencia pulmonar que derivó en pulmonía. Tuvo que ser hospitalizada de emergencia y estuvo internada casi dos semanas.

Tras varios días en estado grave, la intérprete reapareció en redes sociales con un video en el que manifestó su amor por su único hijo con una fotografía de éste en París, Francia, misma que acompañó con la canción Love of my life de la banda Queen.

“Cuando Rebecca tuvo una recaída y fue internada por un problema pulmonar el 2 de noviembre; unos días después, el día 6, Alejandro lo internó a la fuerza en una institución psiquiátrica para que lo ayuden a superar su adicción, aunque Maximiliano ya es un señor, tiene 33 años y se puso fúrico, se resistió, pero fueron hasta su departamento para llevárselo al centro de rehabilitación en una ambulancia psiquiátrica, supongo que sedado”, dijo la fuente a la revista de circulación nacional.

Además, dicha fuente reveló que Maximiliano Camacho se encuentra muy mal, con una actitud rebelde e inestable, pues cuando su mamá ha estado enferma se mantiene lo más cerca posible de ella y en el centro de rehabilitación está totalmente incomunicado, por lo que está sufriendo de un infierno por la angustia de no saber cómo se encuentra su madre.

"El rencor de Max hacia su padre creció, y es que, no se sabía, cuando Alejandro y Rebecca estaban juntos, él supuestamente la golpeaba y desde ahí su hijo le agarró mucho coraje, y aunque claro, no lo soporta, sigue recibiendo dinero de él”, añadió la fuente y señaló que el joven no trabaja y vive a expensas de sus padres, aunque la relación con su padre está peor que nunca.