Durante una lluviosa tarde en California, Rihanna caminó por las calle de Beverly Hills para dar un paseo por las jugueterías de la zona y comprar todo lo necesario para sus hijos con el rapero A$AP Rocky, dejando de lado su antigua rutina de compras en las tiendas más caras y exclusivas de moda.
La artista caminó bajo una tarde lluviosa vistiendo cómodamente, pero con sofisticadas prendas a la moda. Rihanna escogió un poleron gris acompañado de unos pantalones oversize para su avanzado embarazo, los que combinó con una cartera Louis Vuitton, una gran cadena anudada de oro y botas azules.
El ajetreado día significó varias paradas en tiendas de lujo en juguetes para lo más pequeños. Rihanna junto a su equipo parecían querer llevarse todo a su paso, pero quedaron notoriamente enamorados de un pequeño piano, el que más tarde fue cargado por su guardaespaldas hacia el vehículo que los transportaba. Por su tamaño, se presume que fue pensado para el primer hijo de la cantante, cuyo nombre es aún un misterio.
En una visita a Kitson, la intérprete de "Diamonds" se detuvo un par me minutos para ver unas diminutas pesas, las que eran ideales para las pequeñas manos de su bebé, y sin dudarlo ni un segundo más, las agregó al carro junto a la enorme bolsa repleta de más artículos.
En la última parada antes de ir a casa, la madre primeriza visitó CVS y Bristol Farms para llevar artículos esenciales de aseo además de un par de comestibles para saciar un pequeño antojo que intervino su rutina de compras.