El Rey Carlos III desairó a su nieta, la princesa Lilibet, por la mala relación actual que tiene con su hijo, el príncipe Harry. Las cuentas de redes sociales del monarca no le desearon públicamente un feliz cumpleaños a su nieta menor. Los encargados no lo hicieron por la disputa que existe entre el duque de Sussex y la Casa Real británica, tal como lo habían obviado antes con el cumpleaños del príncipe Archie.
“El saludo de cumpleaños del año pasado fue a instancias de la difunta Reina Isabel II y una indicación de la relación cordial que tenía con el príncipe Harry, Meghan y sus hijos”, dijo el comentarista real RS Locke, en declaraciones que reproduce Independent.
“La decisión del rey Carlos de no reconocer públicamente el cumpleaños de su nieta, ni el del príncipe Archie el mes pasado, es un reflejo de su relación tensa y probablemente una indicación de las prácticas de las redes sociales en el futuro”, agregó.
Esto se produce cuando New Idea informó acerca de la tristeza que tiene Harry por no haber logrado que sus hijos estén cerca de su abuelo. “El mayor remordimiento que tiene Harry es porque Archie y Lilibet se perdieron uno de los días más importantes de la vida de su abuelo”, explicó una fuente cercana a los Sussex. “Los hijos de William estarán en los libros de historia para siempre, y los hijos de Harry no tendrán ni siquiera una mención”.
Otro de los momentos complejos para Harry fue cuando su hijo mayor, el príncipe Archie, “comenzó a preguntar por su abuelo”. Y el duque de Sussex no tenía respuestas concretas ni convincentes para darle.
La discordia de los Sussex con la familia real comenzó con la explosiva entrevista concedida a Oprah Winfrey hace dos años, en donde acusaban a la realeza de conductas racistas. Y continuó con la exhibición del documental Harry & Meghan en Netflix y con la publicación del libro de memorias Spare del príncipe Harry.