Meghan Markle es quien dirige la casa y tiene la última palabra en las decisiones de la casa, según afirman cercanos a los duques de Sussex.
Meghan y Harry se distanciaron de la Familia Real en enero de 2020 y viven con sus hijos Archie y Lilibet en Montecito, California. Su realidad es diametralmente opuesta a la que tenían en el Palacio de Kensington o en Frogmore Cottage, donde contaban con los asistentes reales.
La rutina de los Sussex en Norteamérica no dista mucho de las familias normales. Y es Meghan quien lleva las riendas, en gran parte porque el príncipe Harry se las ha cedido. Y contrario a los rumores de un posible divorcio, las fuentes consultadas por People aseguran que son “realmente felices”.
“Meghan parece estar a cargo de la casa y tomar las decisiones, pero no es que él sea sumiso ante ella. Es solo una dinámica que funciona para ellos, y tal vez una que él necesita después de todo lo que ha pasado”, explicaron.
Harry y Meghan estarían trabajando en una nueva producción para Netflix que tiene muy preocupado al Palacio de Buckingham. Habrían comprado los derechos de la novela súper ventas Meet Me At The Lake en alrededor de 3,8 millones de dólares. La historia ronda en torno a la pérdida de un ser querido en un accidente automovilístico, algi que le sucedió a Harry a los 12 años cuando falleció su madre, la princesa Diana de Gales.