Uno de los mayores sueños actorales es llegar a alzarse con una estatuilla de los premios Oscar, y para ello se requiere no solo de una gran dedicación sino que también de un buen rol para desarrollar. Es el caso de la cubana-española Ana de Armas (34), quien para llegar a ser candidata tuvo que tranformarse en la icónica estrella de los años 50 Marilyn Monroe.
Pese a que la película biográfica de uno de los símbolos sexuales más populares de Hollywood en el siglo pasado, Blonde, no ha conseguido la aprobación de la crítica especializada, la intérprete cubana logró obtener una nominación a los premios de la Academia como Mejor Actriz, cuyo papel no fue nada fácil de realizar.
Meterse en la piel de uno de los rostros femeninos más icónicos requirió un duro proceso de interiorización y mimetización para la ex de Ben Affleck (50). La artsta dedicó hasta dos horas y media diarias en la sala de maquillaje, con el objetivo de que su físico pudiera parecerse a la diva.
Para llevar su apariencia a la imagen de Monroe, De Armas utilizó varios gorros de silicona, pelucas, lentes de contacto de color azul y pestañas falsas, y aunque la actriz logró su cometido y sorprendió a sus fanáticos con su parecido a la estrella de Hollywood, también admitió que alcanzar esa meta fue bastante agotador.
“Me llevó nueve meses de entrenamiento y práctica de dialectos y algunas sesiones de ADR (regrabar el diálogo después de su filmación). Fue una gran tortura, muy agotador. Mi cerebro estaba frito”, comentó la actriz a varios medios de comunicación en la prémiere de la cinta. Con todo, Ana de Armas pido ubicarse entre las cinco aspirantes a llevarse la tan ansiada estatuilla dorada por su muy creíble interpretación.
Mira aquí la transformación de la actriz