Meghan Markle reveló en la docuserie "Harry & Meghan" que había tenido que ponerse vestuario con colores neutros para no coincidir con los tonos que emplearan otros integrantes de la realeza en alguna actividad conjunta.
La observación de la duquesa de Sussex fue una de los tantos ejemplos que utilizó para dar a entender que no estaba a gusto en un ambiente como el de la familia real que, según ella, le impedía moverse con libertad o como ella quisiera hacerlo.
La sentencia utilizada en la serie de Netflix por Markle fue: "Según tengo entendido, nunca puede usar el mismo color que Su Majestad si hay un evento grupal. Pero tampoco debe usar el mismo color que uno de los otros miembros más antiguos de la familia".
Pues bien, en la primera salida juntos de Kate y William, tras la publicación del libro autobiográfico de Harry, "Spare", los príncipes de Gales demostraron que las palabras cargadas de veneno de Meghan respecto al color del vestuario, no eran más que una mentira o un prejuicio.
La pareja real llegó hasta el hospital de la Universidad de Liverpool vistiendo sendos atuendos de color azul, que hacían un juego perfecto porque las tonalidades se complementaban con total naturalidad. Kate se puso un abrigo de tartán azul y verde, en tanto su esposo se colocó un jersey verde y un blazer azul.
Es más: los príncipes de Gales incluso bromearon con cómo habían vestido, por si alguien aún no entendía que el uso de ese vestuario con esos colores, era un claro signo de respuestas a los dichos de Meghan.
William fue quien hizo el comentario de la coordinación de tonos: "Fue después de un momento de caos de vestuario en el guardarropa", dijo todo risueño el heredero del trono.
Aunque no respondieron a las preguntas a viva voz que les lanzaron los reporteros acerca de si habían leído el libro de Harry, la respuesta estaba en sus looks. Y esta vez fue Meghan la destinataria de la contestación real.