Mike (44) y Zara Tindall (41) siguen de vacaciones en Australia como si nada de lo que sucede en el Reino Unido con los integrantes de la realeza importara. El ex rugbista y la jineta olímpica muestran su complicidad en las playas de la Costa Dorada australiana, donde se han distanciado de cualquier conflicto generado por las memorias de Harry, primo hermano de la amazona.
Mike Tindall ya sabe lo que es ser cuestionado por fitrar una que otra anécdota sobre la vida personal de la familia real. Pero el ex campeón de rugby inglés ha sido una verdadera tumba al lado de su primo político, el duque de Sussex, quien ha lanzado una verdadera bomba de neutrones sobre la casa real británica.
Tindall fue uno de los finalistas del docureality "I'm a Celebrity...Get Me Out of Here!" que terminó hace unas semanas y que se realizó en un parque australiano. Fue en esas circunstancias que el yerno de la princesa Ana hizo algunos comentarios un tanto privados de cómo es convivir con la realeza.
Particularmente graciosa fue cuando el "soplón" de la realeza hizo una descripción de lo que había sentido cada vez que transitaba de jeans y remera por los pasillos del palacio de Buckingham, antes de tomar desayuno.
También comentó lo dramático que había sido para la familia enfrentar la muerte de la reina Isabel II, pero lo muy importante que fue para los reales ver el masivo respeto de la gente en la despedida de la monarca.
Los Tindall en Australia no saben de crisis por Harry
Zara y Mike aparecieron este martes en el paseo público Surfers Paradise, en la Golden Coast de Australia, donde la equitadora aprovechó de montar un ejemplar recorriendo parte de la playa con el team "Magic Millions", del que forma parte.
Anteriormente, el domingo pasado, los Tindall departieron con la pareja de actores Chris Hemsworth y Elsa Pataky en un evento social en Queensland. Sin embargo, en ambas ocasiones, Mike y Zara no han tenido interacción con terceros desconocidos o miembros de la prensa, como para saber si se han enterado de todo lo que Harry ha señalado en las entrevistas.
Ambos fueron bastante cercanos a Harry y Meghan, mientras los Sussex estuvieron radicados en Gran Bretaña. Junto al hermano de Zara, Peter Kindall, los tres fueron calificados como una suerte de "agentes pacificadores" de las diferencias que se producían en la familia real.