Kim Kardashian es una de las mujeres más adineradas del mundo y sin embargo, prefiere usar joyas falsas o prestadas, incluso se ha negado a aceptar los regalos que le envían los joyeros más prestigiosos del mundo y todo por una importante razón.
La creadora de SKIMS pasó el susto de su vida en el 2016, cuando, a punta de pistola, sufrió un asalto en la habitación de su hotel en París. La protagonista de The Kardashians se encontraba descansando cuando un comando de varios hombres irrumpió en su cuarto.
Los ladrones sacaron a Kim de la cama, la amarraron y metieron en la tina de baño. Mientras le apuntaban con un arma de fuego, aprovecharon para sustraer las joyas que llevaba, las cuales estaban valuadas en aproximadamente 10 millones de dólares, ahí estaba incluido su anillo de compromiso con incrustaciones de diamante, valorado en más de cuatro millones de dólares.
Desde ese aterrador episodio, la integrante del clan Kardashian Jenner prefiere no tener nada de valor dentro de la caja fuerte de su casa ni tener que preocuparse por algún objeto de valor del que quieran hacerse los amantes de lo ajeno.
Recientemente se dio a conocer la declaración de uno de los hombres que participó en el robo del que fue víctima Kim. Yunis Abbas, uno de los 12 arrestados, indicó que no tiene remordimientos y tampoco se siente culpable por lo que hizo. "Ella estaba tirando el dinero, yo estaba allí para recogerlo. Deberían ser un poco menos llamativos para las personas que no pueden pagarlo", añadió Abbas.
Hace un tiempo, la empresaria se sinceró con David Letterman sobre lo sucedido en París y reveló que fue tan traumante la experiencia que tras lo ocurrido tuvo "media docena" de guardias de seguridad en su casa pues realmente quedó paranoica. En 2021 declaró que ya no guarda alhajas en casa y si las usa son "falsas" o "prestadas".