Como parte de los detalles desconocidos de las versiones oficiales del matrimonio entre el príncipe Harry y Meghan Markle, Netflix ha comenzado a revelar algunos antecedentes muy decidores de los entretelones de la boda de los actuales de duques de Sussex.
El casamiento se celebró en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, el 19 de mayo de 2018, y asistieron a la ceremonia y a la recepción oficial cerca de 350 invitados.
Ha sido la propia Meghan Markle quien ha revelado lo inimaginable: solo unos minutos antes de contraer matrimonio, comió unos croissants y bebió "mimosas" (cóctel en base a champagne y jugo de naranja), para hacer frente a la ansiedad y nerviosismo de la ceremonia que se aproximaba.
"Todo lo que quería era una mimosa y un croissant y tocar la canción Going To The Chapel y eso fue lo que hice. Fue genial", comentó en el capítulo donde se explayó sobre los detalles de su boda.
La misma Meghan admite que, mirando en perspectiva lo que representaba su matrimonio para la realeza, aún no entiende cómo logró un estado de calma. "Entré en este espacio realmente calmo, no sé cómo estaba tan tranquila. Miro hacia atrás y pienso: "¿Cómo estaba tan tranquila?".
La pareja ha aprovechado la serie en Netflix para aportar una serie de fotografías inéditas de su época de noviazgo y de episodios domésticos y de la crianza de sus hijos.
No fue la boda una excepción en cuanto a la entrega del álbum familiar de la pareja, que exhibió distintos pasajes del día de su casamiento real, en el que también aparecen otros actores protagónicos de aquel evento.
La mayoría de las fotografías aportadas por la pareja fueron en blanco y negro, y en la serie aparecieron mienytras de fondo se escuchaba el relato de la actriz estadounidense.
