Este martes, 22 de noviembre, se realizó en el Palacio de Buckingham el primer banquete de gala del reinado de Carlos III (74). Como era de esperar, el histórico momento tuvo homenajes a la fallecida reina Isabel II. El nuevo monarca recordó a su madre a través de las palabras, mientras que la reina consorte Camila (75) utilizó uno de los juegos de joyas más especiales para la soberana.
La familia real británica recibió a Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, junto a Tshepo Motsepe, su esposa. La importante ocasión que marcaba la primera recepción de estado del nuevo rey, contó con la presencia de los príncipes de Gales, los condes de Wessex y el de la reina consorte Camila, quien se robó las miradas gracias a sus joyas.
Para la importante ocasión, la reina consorte lució una especial tiara que perteneció a Isabel II. Se trata de una lujosa tiara de zafiros y diamantes cuyas joyas pertenecieron originalmente a una gargantilla de la Princesa Luisa María de Bélgica. La antigua monarca encargó la pieza de joyería para completar una colección que le regaló su padre, el rey Jorge VI, que consistía en un collar, unos pendientes y una pulsera de diamantes y zafiros.
La fallecida monarca utilizó las joyas por última vez en 2015, cuando recibió a Xi Jinping, presidente de China, en el Palacio de Buckingham. Para la gala de este martes, que marcó la primera recepción de Estado del reinado de Carlos, la reina consorte lució un vestido azul de manga larga con encajes y transparencias en sus brazos diseñado por Bruce Oldfield.
Además de las joyas que honraron la memoria de Isabel, el rey Carlos III recordó a su madre en medio de su discurso vinculando la historia de la reina con Sudáfrica. “Mi madre a menudo recordaba su visita en 1947, el año antes de que yo naciera, cuando, desde Ciudad del Cabo en su vigésimo primer cumpleaños, comprometió su vida al servicio de la gente de la Commonwealth”, recordó el rey.