Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle abdicaron de la Corona dijeron que serían financieramente independientes. Y parecía que lo iban a lograr con holgura, ya que firmaron millonarios contratos un par de meses después del Megxit.
El contrato con Netflix, por 100 millones de dólares, fue el más llamativo de todos y parecía asegurar el futuro sin tener que echar mano a la herencia real de Harry ni a los ahorros de Meghan de su época de actriz.
La caída del contrato con Spotify ha hecho que los Sussex piensen aún más en su futuro y, especialmente, en revisar en qué se están gastando el patrimonio familiar que, según información de los medios británicos, alcanzaría los 60 millones de dólares.
La fortuna de Meghan y Harry
Meghan Markle es una de las pocas personas que ingresó a la familia real con una fortuna generada por sí misma. Su interpretación de Rachel Zane en Suits le reportaba 50 mil dólares por capítulo y participó en ocho de las nueve temporadas del culebrón.
Harry cuenta con la herencia que le dejó la princesa Diana de Gales, de 11 millones de dólares, más los US$ 11 millones que les dejó a él y a William la Reina Madre, quien falleció en 2002.
El trato con Netflix por 100 millones de dólares comenzó con la docuserie Harry & Meghan, que fue estrenada en diciembre pasado. Se convirtió en el segundo programa más visto de la plataforma en toda su historia. El gigante del streaming les exige a los Sussex nuevos proyectos atractivos para completar el acuerdo.
El libro de memorias Spare es parte de un acuerdo de Harry con Penguin Random House por 22 millones de dólares, a cambio de cuatro publicaciones. Según MailonLine, Harry recibió un millón de dólares de adelanto.
Los gastos de los Sussex
Harry y Meghan compraron una mansión de nueve habitaciones por 15 millones de dólares en Montecito, California. La hipoteca sería de US$ 10 millones aproximadamente, con cuotas de 75 mil dólares mensuales por los próximos 30 años.
El otro gasto enorme de los Sussex es del servicio de seguridad 24/7 con que cuentan y que deben costear ellos al no ser parte de la familia real. En la entrevista con Oprah Winfrey, Harry comentó que los contratos con Spotify y Netflix fueron extras que debieron abordar. “Desde mi perspectiva, todo lo que necesitaba era suficiente dinero para poder pagar la seguridad, para mantener a mi familia a salvo”.