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En 2001, Anna Kournikova estaba posicionándose como una de las jóvenes promesas del tenis, mientras que Enrique Iglesias ya estaba dando pasos agigantados en el mercado anglosajón, parecía que ambos tenían mundos diferentes, pero un videoclip los unió para siempre.
Su historia de amor fue sacada como de un cuento de hadas, pues al principio se trataba sólo de un trabajo, pero terminó por conformar a una de las parejas más sólidas del medio artístico y ambos han dejado su vida privada lejos de los reflectores, lo que le ha permitido criar a dos hijos juntos.
Comienzo de su historia
En 2001 Enrique Iglesias lanzó el sencillo Escape, que se desprendió de su disco homónimo, y con él un videoclip que fue protagonizado por la tenista y el cantante pop; la química entre ambos fue tan notoria que muchos apostaron que terminarían juntos, aunque no fue nada fácil para el cantante.
Cuando ellos filmaron el clip, él tenía 26 y ella 20. En un principio ella se negó a salir con el español así que lo rechazó en varias ocasiones, hasta que un día finalmente aceptó y desde ahí quedaron flechados. De los pocos momentos que han compartido de manera pública, fue cuando confirmaron su noviazgo en los premios MTV Video Music Awards de 2002.
Alejados de los reflectores, los rumores de que ya se habían casado comenzaron en 2004, cuando la tenista apareció en un partido con un diamante rosa, que los fans señalaron se trataba de un anillo de compromiso.
Forman una familia
En 2002 la tenista anunció su retiro de las canchas para dedicarse a su vida en pareja, aunque hacía apariciones de manera esporádica. En 2017 se convirtieron en padres por primera vez con la llegada de los mellizos Nicholas y Lucy. Tres años después recibieron a Mary. Llamó mucho la atención que Kournikova nunca apareció embarazada.
En el Instagram de ambos se puede ver cómo ha sido la vida en familia y que disfrutan pasar tiempo con sus hijos. La deportista también se ha dedicado a ser modelo profesional.