Los príncipes de Gales no hablarán con los duques de Sussex sobre los planes de la coronación del Rey Carlos III ni tampoco durante el evento, porque temen que lo que conversen sea contenido para libros o documentales futuros.
En la familia real temen que "todo esté a la venta", según la columnista de News Corp, Louise Roberts. "Todos están aterrorizadas de que cualquier comentario aparte pueda filtrarse a la prensa estadounidense para permitirles obtener ganancias", explicó.
El príncipe Harry y Meghan Markle fueron invitados a la coronación del Rey Carlos III el 6 de mayo próximo y, aunque todo indica que quieren estar presentes en el evento, no han comunicado formalmente su decisión.
Roberts comenta que la realeza teme que "cualquier cosa que le digan a Harry y Meghan pueda ser magnificada para una audiencia estadounidense", y agregó que "los Sussex se están volviendo cada vez más escandalosos en sus afirmaciones".
"Quién sabe qué dirán después de la coronación, cuando abandonen el Reino Unido y regresen a Estados Unidos. El problema es que cualquiera que pueda estar cerca de ellos, especialmente el príncipe William y Kate Middleton, no les dirán nada", dijo.
Un integrante de la realeza dijo a OK! que Harry y Meghan quieren ser parte del "momento familiar especial" con el resto de la parentela en el balcón del Palacio de Buckingham.