Si el Príncipe Harry y Meghan Markle dudaban de asistir a la coronación del Rey Carlos III por temor a un abucheo de los fanáticos reales y no encontraban una buena excusa que no se interpretara como un desaire al soberano, hoy cuentan con un argumento poderoso para borrarse del acto en la Abadía de Westminster.
Los duques de Sussex fueron desalojados de su casa de Frogmore Cottage, la cabaña que la Reina Isabel II les dio como regalo de bodas y que el monarca le ofreció como hogar a su hermano, el príncipe Andrés.
Meghan y Harry quedaron atónitos con la decisión de Carlos III, quien la habría adoptado a los pocos días de publicado el controvertido libro de memorias Spare.

La connotaba biógrafa real, Angela Levin, celebra la medida del Rey y sugiere que los Sussex se queden en California.
"Estoy encantada de que la Familia Real esté respondiendo de una manera fuerte. Encuentra tu propio lugar para quedarte, no será en propiedad real", dijo Levin a The Sun.
"Harry insiste en que no vendrá a menos que obtenga una disculpa de su padre y su hermano, pero Harry tiene una lista larga de disculpas que ha solicitado, incluidas algunas quejas que se remontan a su infancia", agregó.

La comentarista les envió una sugerencia a los Sussex: "Harry y Meghan deberían quedarse en Estados Unidos y tener una linda fiesta de cumpleaños para el pequeño Archie". El primogénito de la pareja cumple cuatro años el mismo día de la coronación.