Tamara Falcó (41) e Íñigo Onieva (33) revivieron hace pocas semanas la relación que terminó escandalosamente después de que el empresario fuera descubierto siendo infiel. El amor renació sorpresivamente y la pareja comenzó a organizar su boda, sin embargo, informantes cercanos a la pareja revelaron que otra vez la fecha fue pospuesta.
La marquesa de Griñón manifestó hace algunos días a la revista ¡Hola! que los planes de matrimonio estaban en desarrollo y que decidieron mantener la fecha pactada inicialmente. “Íñigo y yo nos casamos el 17 de junio. Será una boda no demasiado grande, con nuestros familiares y amigos más cercanos. La celebración será en el palacio de El Rincón y la fiesta comenzará por la tarde”, detalló la hija de Isabel Preysler.
Este viernes todo cambió y la pareja se encontró con algunos problemas que la obligó a cambiar la fecha del enlace. De acuerdo a la información entregada por El programa de Ana Rosa, la decisión tuvo que ver con la imposibilidad de solucionar inconvenientes logísticos y por eso establecieron el 8 de julio como la nueva fecha para su boda.
Según el citado programa, el joven empresario fue el primero en comunicar los cambios que sufrió la ceremonia y lo hizo con su círculo de amigos. A ellos les reveló que los problemas tenían relación con el corto plazo que existía para afinar los preparativos de la boda. Información del medio español Semana explica que uno de los inconvenientes de la pareja sería que a menos de cinco días del casamiento todavía no definen el lugar para ofrecer la ceremonia religiosa.
La noche de este jueves, en su más reciente aparición pública en El hormiguero, Falcó no habló sobre la nueva fecha de su boda, aunque consultada por Pablo Motos decidió responder al rumor de un posible embarazo. “Es mentira. Lo ha dicho un tiktoker y no, no estoy embarazada 100%. Me enteré por un chat de WhatsApp”, dijo la socialité que continúa con sus planes de boda en marcha.