Desde que asumió las responsabilidades de la corona británica, el rey Carlos III (74) planteó que sus intenciones son encaminar a la monarquía hacia una modernización. El principal objetivo de esta evolución es conectar más con las personas, por lo que Su Majestad ahora procura ser más cercano a sus seguidores.
Este lunes, el rey se reunió con un grupo de reclutas militares ucranianos que se encuentran cumpliendo un entrenamiento básico de combate de cinco semanas en Wiltshire. En conmemoración del primer aniversario desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania, Carlos III le mostró su apoyo a los soldados.
El monarca llegó al campo de entrenamiento vistiendo casual y muy abrigado, mientras estrechaba la mano de los reclutas se encontró con un soldado originario de Nueva Zelanda a quien no dudó en saludar de la manera tradicional de la etnia Maorí. Realizando el denominado “Hongi”, el rey Carlos III juntó su frente y nariz con el soldado.
El rey Carlos realizó el tradicional saludo Maorí
Para demostrar lo comprometido que está con su misión de ser más cercano a sus seguidores, el monarca realizó un significativo saludo en la cultura de Nueva Zelanda, donde el Hongi es una parte importante de las relaciones de confianza. Este saludo representa que las dos personas que participan están unificadas.
Si bien es poco común ver este tipo de interacciones entre los miembros de la realeza, lo cierto es que el rey Carlos III solo está siguiendo el ejemplo de sus hijos, quienes en el pasado también han saludado así.
En 2014, el príncipe William y Kate Middleton fueron al país oceánico y llamaron la atención al practicar el Hongi. Del mismo modo los duques de Sussex viajaron a Nueva Zelanda hace cuatro años, donde fueron recibidos por un grupo de personas maorí a quienes saludaron de la manera tradicional.
