Los príncipes George (9), Charlotte (7) y Louis (4) son de los niños de la realeza más especiales y queridos. Es por ello que las personas que están a su alrededor deben tener una preparación especial, como ha evidenciado la niñera Sarah Carpenter, quien ha confesado que las personas al servicio de los pequeños príncipes deben tener altos niveles de educación.
Fue durante su participación en el podcast HELLO!'s A Right Royal Podcast en donde Sarah Carpenter relató que fue contratada por el príncipe William y la princesa Kate Middleton en 2014 para ayudar a cuidar al príncipe George cuando tenía tan solo unos meses de nacido. Desde ahí se convirtió también en la cuidadora de los hermanos del heredero al trono: la princesa Charlotte y el príncipe Louis.
La profesional en el cuidado de los niños aseguró que fue entrenada en el Norland College y cómo una familia del calibre de los príncipes de Gales eligen a una niñera en particular para el cuidado de sus hijos.
La niñera real afirmó que se necesitan cuatro años de estudio y formación muy intensiva, así como aproximadamente 15 mil dólares, para convertirse en niñera de Norland, un servicio del que los Príncipes de Gales llevan disfrutando desde 2014 para sus tres hijos.
Niñeras con estudios universitarios e idiomas
"Todo el proceso es muy, muy confidencial. Cuando estábamos en la universidad, teníamos diferentes conjuntos numerados. Y dentro de nuestros grupos, la universidad probablemente ya había señalado a algunas personas que habrían pensado que eran las más adecuadas para determinados trabajos”, comenzó relatando la niñera.
"Y a partir de ese momento, nunca sabías si eras una de esas personas o no. Todo sobre Norland y todo sobre la forma en que nos formamos y salimos al mundo era super confidencial, así que no hay ningún registro ni de clientes ni de niñeras", indicó la profesional.
Ante la pregunta de si Kate solicitó a una persona que hablara español, Sarah Carpenter afirmó: "Siempre es muy importante en ciertos trabajos tener otro idioma y cosas así. Rellenamos cuestionarios en el momento sobre nuestros puntos más fuertes y eso se entrega a los clientes para que lo examinen y decidan".
"Además, hay mucho dónde elegir, y a algunos de nosotros no nos hubiera gustado trabajar para clientes de alto nivel. Así que tampoco te ponen en situaciones en las que te sientas incómodo, porque si te sientes incómodo, no vas a hacer el mejor trabajo posible. Se trata de encontrar la combinación adecuada, y eso es importante, tanto si se trata de un cliente de alto nivel como de un cliente como tú y yo", finalizó Carpenter.