Celebridades

Las revelaciones del Príncipe Harry que terminaron siendo un disparo en los pies

Dentro de la andanada de historias, hay varias que le traerán consecuencias que el duque de Sussex no supo calibrar adecuadamente y otras que simplemente lo dejarán mal parado.

Las revelaciones militares de Harry fueron las más desacertadas de todas. - Créditos: Daily Mail

Cuando el Príncipe Harry dijo en su libro "Spare" que había abatido a 25 soldados talibanes y habló de ellos como si fuesen "piezas de ajedrez eliminadas del tablero", tal vez pensó que elevaría su imagen al estatus de héroe de guerra en el Reino Unido. Pero jamás pensó que estaba cometiendo un gran error que le significaría reproches desde todos lados.

En primer lugar, desde las mismísimas fuerzas armadas británicas, que debieron colocarse en estado de alerta ante posibles ataques yihadistas y que criticaron a Harry por no respetar los códigos de armas. "Un buen soldado no anda contando información que es confidencial", dijo una de las fuentes consultadas.

Por otra parte, un ex guardaespaldas de la Princesa Diana de Gales dijo que "lo que Harry hizo es realmente muy tonto, porque alerta a un enemigo que no estaba activo y porque se coloca a sí mismo, a su familia, y a sus queridos Juegos Invictos, en el blanco de posibles represalias".

Harry y las drogas

Las confesiones de Harry acerca del consumo de drogas podrían acarrearle problemas que pueden ir más allá de las simples consideraciones morales.

Harry dijo que probó marihuana y cocaína durante su adolescencia, que a los 17 años estaba dispuesto a probar lo que fuera y, de alguna manera, lo justificó por la inestabilidad emocional que le provocó perder a su madre a temprana edad.

Luego, el duque de Sussex habló de "viajes" con hongos alucinógenos en Norteamérica. Todos esos antecedentes podrían ser tomados en cuenta por las autoridades de Estados Unidos en una eventual solicitud de ciudadanía en el país donde reside. Gratuitamente se echó encima una nueva complicación.

Hay otras dos revelaciones inocuas, pero que desde Buckinghman no le perdonan: que dijera que el Rey Carlos III tiene problemas lumbares y al cuello y que requiere fisioterapia diaria para poder moverse y que el soberano aún conserva el peluche con que se refugiaba cuando le hacían bullying en el internado escocés donde hizo la secundaria por orden del Príncipe Felipe.

Y dentro de las confesiones inoportunas, con efecto boomerang, hay dos más. Cuando Harry dijo que fue un error haber googleado las escenas de sexo de Meghan Markle cuando estuvo en "Suits", lo que significó que las imágenes que estaban archivadas desde hace varios años fueran publicadas en medios de todo el mundo, y cuando dijo que se le había congelado en pene en la Antártica. Esto último sí que fue un balazo en los pies.

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