Como si no quedara nadie más con quien pelear, el príncipe Harry aludió directamente a su tío Andrés, hermano menor del rey Carlos III, quien quedó marginado de obligaciones y derechos de la realeza luego de enfrentar un escándalo por tener relaciones con una menor de edad.
Harry es el primer familiar directo de Andrés que hace una referencia abierta a la controversia del duque de York, quien debió llegar a un acuerdo extrajudicial y pagar cerca de 5 millones de dólares a Virginia Giuffre, la mujer que denunció que sostuvo relaciones íntimas en dos ocasiones distintas con el dignatario cuando aún era menor de edad y supestamente en contra de su voluntad.
Aunque el príncipe Andrés ha manifestado siempre su inocencia, su amistad con el suicidado empresario Jeffery Epstein, líder de la banda que traficaba mujeres para que prestaran servicios sexuales a sus podersos amigos, fue lo que decidió a su madre, la reina Isabel II, a marginarlo oficialmente de las actividades reales.
Harry aborda el escándalo de su tío en el contexto de que a él, pese a todo lo sucedido, la familia real le mantuvo el beneficio de la protección personal, no así a los duques de Sussex cuando se fueron a vivir a Estados Unidos o cuando volvieron de visita al Reino Unido.
El duque de Sussex acusa que había una promesa implícita de seguir protegiéndolos a ellos -Harry y Meghan-. Pero para su sorpresa, se quedó sin la cobertura policial requerida. Harry pensó que "nunca (pasaría esto) No en este clima de odio (en que estamos viviendo). Y no después de lo que le pasó a mi madre. Además, no desúés de mi tío Andrés".
Harry afirmó que contra toda las acusaciones que pesaban sobre Andrés, nadie sugirió alguna vez quitarle la protección. "La gente ha tenido muchas razones para quejarse de nosotros, los delitos sexuales no fueron una de ellas", comentó el duque de Sussex, convertido en el primero en referirse abiertamente al escandalete protagonizado por su tío.