La boda entre el rey Carlos III (74) y la reina Camila (75) estuvo llena de contratiempos y más de un incidente. Sin embargo, el hijo mayor de la reina Isabel II logró su cometido y ante todo pronóstico se casó con el gran amor de su vida. La ceremonia estaba planeada para el 8 de abril de 2005, sin embargo un evento mundial obligó a los de Windsor a correr la fecha.
Seis días antes de la boda del entonces príncipe de Gales, el Papa Juan Pablo II falleció y entierro se programó para el mismo día del matrimonio de Carlos, por lo que tuvo que aplazar su ceremonia un día. El actual monarca viajó hasta la Basílica de San Pedro en el Vaticano para despedir al pontífice en representación de la realeza británica, ya que ni la reina Isabel ni el príncipe Felipe de Edimburgo asistieron.
Días agitados para el rey Carlos III debido a que tuvo que volver rápidamente al Reino Unido para estar en su boda al día siguiente. Pero eso no fue todo en el drama que enfrentó su boda, ya que esa semana Camila había estado lidiando con una sinusitis, sumado a un ataque de pánico en la mañana de la ceremonia casi arruinan sus planes.
La tormentosa boda del rey Carlos III con Camila
Ese 9 de abril fue un día muy lluvioso, pero la actual reina consorte superó el pánico y entre abucheos de los fanáticos de Lady Di, Camila se casó en una ceremonia civil en Windsor Guildhall donde no estuvieron presentes ni la reina Isabel II ni su esposo. Posteriormente se realizó una misa en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
A pesar de todos los problemas que enfrentaron para estar juntos, en contra de todas las opiniones de la prensa la pareja celebró su matrimonio en un evento privado en donde sí estuvo la madre de Carlos. Dentro de lo poco se sabe de la ceremonia, el tradicional brindis finalizó con un: “¡Abajo la prensa!”.
