Cuando el príncipe Harry (38) decidió que Meghan Markle (41) era la mujer indicada para él, no dudó en presentarla a su familia, sobre todo a su abuela la reina Isabel II. El primer encuentro entre la duquesa de Sussex y la difunta monarca fue muy breve pero significativo, y bastó para que Meghan se ganara el aprecio de Su Majestad.
De manera improvisada, Harry llegó con su novia al Castillo de Windsor para ver a su abuela, pero debido a su ocupada agenda solo pudo compartir con ellos durante 20 minutos, los que fueron suficientes para que la actriz le mostrara sus ganas de participar activamente en las actividades de la realeza.
En el libro “Elizabeth: un retrato íntimo” escrito por el ex Miembro del Parlamento del Reino Unido y amigo cercano al príncipe Felipe, Gyles Brandreth, el autor narra cómo fue ese primer encuentro. La reina hizo todo lo posible para que su futura nieta política se sintiera bienvenida, incluso le recomendó que siguiera su carrera en la actuación tras casarse con Harry.
“Estaba preocupada por su futura felicidad. En su primera reunión, la Reina le dijo a Meghan: Puedes seguir siendo actriz si como... esa es tu profesión, después de todo”, escribe el autor. Sin embargo, Markle dejó en claro que estaba muy interesada por las tareas reales y quería dedicar todos un tiempo a la vida pública. “La reina estaba particularmente encantada con el entusiasmo que Meghan mostró por la Commonwealth”, agrega Gyles.
En esa ocasión la duquesa de Sussex le hizo una promesa que no pudo cumplir. “Ella le prometió a la reina que cuando se tratara de la Commonwealth no decepcionaría a Su Majestad. A la reina le gustaba Meghan y se lo dijo a mucha gente”, comentó el autor del libro.
Era tal el cariño y las esperanzas que la reina Isabel II depositó en Meghan Markle que poco después de su boda con Harry, en el Día Internacional de la Mujer, Meghan fue nombrada Vicepresidenta de The Queen's Commonwealth Trust.
