Todo parecía dar por hecho que la discusión que hace décadas se hizo pública entre Brooke Shields (57) y Tom Cruise (60), por el consumo de antidepresivos, era un asunto del pasado, prácticamente olvidado por quienes hoy admiran a ambos actores.
Pero el documental Pretty Baby: Brooke Shields, estrenado en la edición 2023 del Festival de Sundance, ha retomado aquel capítulo que motivó una de las polémicas más agudas hace casi dos décadas, y que alejó a ambos actores que habían trabado una buena relación luego de participar del filme Endless Love (1981).
Brooke Shields recuerda que tras dar a luz a su primer hijo, Rowan Francis, cayó en un estado de depresión postparto que derivó en el consumo de antidepresivos, indicados médicamente. La actriz se decidió a dar a conocer su experiencia en el libro "Down Came the Rain: My Journey Through Postpartum Depression" ("Cayó la lluvia: Mi viaje a través de la depresión posparto"), con el propósito de ayudar a quienes estaban viviendo una situación similar.
Pero a Cruise, la confesión de su ex compañera de plató le desagradó, porque no cree en lo medicamentos psiquiátricos, a los que describe simple y llanamente como "peligrosos". El actor y productor de Top Gun: Maverick se define como un opositor a la psiquiatría. "Antes de ser cienciólogo, nuneca estuve de acuerdo con las psiquiatría, y luego, cuando comencé a estudiar su historia, comencé a darme cuenta más por qué no estaba de acuerdo", señaló Cruise en el programa The Today Show.
Brooke Shields se pelea con Tom Cruise
La actriz no quiso que la palabra de Cruise fuera la última en ser escuchada, y elaboró una columna de opinión que fue publicada por The New York Times. Shields consideró que las declaraciones de Cruise requerían ser contrastadas, y que ella se sentía "obligada a hablar no solo para mí, sino también para los cientos de miles de mujeres que han sufrido deprsión post parto".
La protagonista de la película Pretty Baby (1978) -de ahí el nombre del documental- ironizó abiertamente con la aseveración de Cruise de que no le gustaban los antidepresivos. "Voy a hacer una suposición descabellada y decir que el señor Cruise nunca ha sufrido de depresión postparto", escribió Shields.
Ya en un tono bastante más punzante, la actriz apuntó directamente a la crítica de Cruise, afirmando que eran un perjuicio para las madres en todas partes. "Sugerir que me equivoqué al tomar medicamentos para tratar mi depresión y que, en cambio, debería haber tomado vitaminas y hacer ejercicio muestra una total falta de comprensión sobre la depresión post parto y el parto en general".
Semanas después, Shields señaló que Cruise se había disculpado, pero que si de algo había servido la ponencia ridícula del actor, era que de aquí en adelante se le prestara la atención que necesitaba una enfermedad tan grave como la depresión postparto.