Luego de que el juicio en contra del actor Pablo Lyle (35) fuera suspendido durante dos días debido a la llegada del huracán Ian, la audiencia se retomó para una tercera sesión. Al intérprete se le acusa de ser autor de homicidio en contra de Juan Ricardo Hernández, tras una riña que se generó a raíz de un accidente de tránsito.
En esta oportunidad, se llamó a declarar a la esposa de Pablo, Ana Araujo (33), quien contó su versión de los hechos. Según contó, el actor mexicano iba en el asiento del copiloto, cuando el conductor “tomó una salida que después se dio cuenta que no era la correcta”.
“Comenzamos a escuchar un claxon que nos empezó a tocar súper fuerte, era muy agresivo, duró mucho tiempo. De hecho, a mí me pareció muy exagerado”, comenzó diciendo Ana Araujo.
Al llegar a un cruce comenzaron a escuchar gritos e insultos que provenían precisamente del difunto Juan Ricardo Hernández. “Me empezó a latir el corazón muy fuerte, y en eso escucho que golpean la camioneta”, dijo la esposa de Pablo Lyle.
Ana Araujo relató los momentos de pánico que vivió
En aquel momento, al interior del vehículo habían niños, quienes se asustaron mucho por la agresividad de la circunstancia, por lo que Ana se encargó de tranquilizarlos. El conductor del auto en el que iban se bajó a discutir con el hombre que los insultaba cuando la esposa de Pablo los perdió de vista.
“Recuerdo que Pablo estaba intentando detener la camioneta porque me doy cuenta que sigue avanzando, había una avenida, estaban pasando coches. En ese momento estaba en pánico, los niños estaban muy asustados, estaban haciendo mucho ruido y veo la cara de Pablo asustado tratando de detener la camioneta”, narró Ana Araujo.
Además, la esposa de Pablo Lyle comentó que cuando el actor se bajó de la camioneta le gritó a Hernández “tranquilo, hay niños en el coche”.
A la audiencia también fue citado el médico forense que realizó la autopsia a Juan Ricardo, quien aseguró que la causa de muerte del hombre de 63 años fue el golpe que se dio Hernández cuando cayó al suelo, producto del puñetazo que Pablo Lyle le dio.