Meghan Markle (41) y el príncipe Harry (38) no fueron invitados a una recepción de Estado organizada por el rey Carlos III este domingo antes del funeral de la reina Isabel II, y la reacción de los Sussex ha sido de silenciosa indignación. No han hecho mayores aspavientos sólo porque se trata de una actividad en el medio del funeral de la reina Isabel II.
El periódico The Telegraph informó que pese a que los duques de Sussex recibieron una invitación a principios de esta semana para el evento en el Palacio de Buckingham. sin embargo, los funcionarios del palacio han insistido en que es solo para miembros de la realeza que trabajan, por lo que se les fue retirada la invitación.
La reunión, en la que estarán personalidades extranjeras en la víspera del funeral de la soberana, será una de las más concurridas de los líderes mundiales en la historia, ya que se han invitado a casi 500 jefes de Estado y dignatarios.
Se espera que asistan los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, el francés Emmanuel Macron el vicepresidente de China, Wang Qishan, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, entre otros.
Hasta el momento ni Harry ni Meghan ni ningún portavoz han confirmado si se les retiró la invitación de la recepción o si se hará una excepción como la que el rey Carlos III hizo al permitir que su hijo menor usara su uniforme militar al ingreso del ataúd a su llegada a Londres.