Judi James, experta en lenguaje corporal, se dedicó a analizar a Meghan Markle y al Príncipe Harry al llegar a La Haya y reunirse con los veteranos que participan en los Juegos Invictus. La conclusión es que el histrionismo fue exagerado a propósito, considerando que en todo momento eran filmados por un equipo de Netflix para una documental.
La experta dijo que el lenguaje corporal y los mensajes de Meghan "parecían perfectos", algo que no debería parecer extraño si se considera que es actriz de profesión. En tanto que los de Harry delataban "emociones encontradas".
Los Sussex eran todo sonrisas cuando conocieron a veteranos militares heridos y cuando subieron a los mini Land Rovers en el primer día de los Juegos Invictus en La Haya, Países Bajos.
Judi James explicó en "Mail Online": "Como cualquier estrella de reality sabe, es imposible que un equipo de cámaras te siga de cerca sin ser consciente de las respuestas de tu lenguaje corporal y tal vez aumentar el drama, consciente o inconscientemente, a medida que analizas internamente cómo cada escena se va a ver en la producción final".
"Las emociones deben ser visibles y claramente traducibles a medida que grabas tu actuación, lo que a menudo puede conducir a rituales exagerados o exagerados. Meghan se ve perfecta para sus mensajes de lenguaje corporal aquí, mostrando emoción, deleite y entusiasmo congruentes mientras responde a los deportes que está viendo", agregó.
"Ella y Harry tienen un poderoso momento de respuestas reflejadas cuando están viendo la conducción y ambos se quedan boquiabiertos por la sorpresa, con ambas bocas redondeadas en un idéntico '¡oh!' de sorpresa que captura una experiencia especial", dijo.
La experta añadió que "hay una claridad segura sobre el lenguaje corporal de Meghan, ya que usa varios métodos de señalización emocional optimista, desde los jeans descoloridos que recuerdan a los fans su primera aparición pública como pareja antes de casarse, hasta el cierre el apoyo con las manos que vimos que le dio a su esposo".