Meghan Markle vestía un elegante vestido azul eléctrico y el Príncipe Harry iba de esmokin cuando recibieron la distinción por su trabajo filantrópico de parte de la NAACP, la noche del sábado en el auditorio de Pasadena.

El galardón de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP) une a los Sussex a la célebre lista de ganadores donde figuran Muhammad Ali, Colin Powell, Condoleezza Rice, Rihanna y Jay-Z.

Harry dijo que él y su esposa estaban destinados a estar juntos para ayudar a los demás, a pesar de sus supuestas diferencias: "Creo que es seguro decir que vengo de un entorno muy diferente al de mi increíble esposa, pero nuestras vidas se unieron por una razón", comenzó diciendo el hijo menor de los Príncipes de Gales, quien agregó que "compartimos el compromiso de una vida de servicio, la responsabilidad de combatir la injusticia y la creencia de que los que se pasan por alto con mayor frecuencia son los más importantes para escuchar".

Meghan, en tanto, dijo que "no puedo estar más orgullosa de que estemos haciendo este trabajo juntos. Nos mudamos a California, mi estado natal, poco antes del asesinato de George Floyd".

La ex estrella de "Suits" explicó: "Para la América negra, esos nueve minutos y 29 segundos trascendieron el tiempo, invocando siglos de nuestras heridas sin cicatrizar. En los meses que siguieron, mientras mi esposo y yo hablábamos con la comunidad de derechos civiles, nos comprometimos a nosotros mismos y a nuestra organización, Archewell, a iluminar a aquellos que están promoviendo la justicia racial y el progreso".

Derrick Johnson, presidente y director ejecutivo de la NAACP, dijo en un comunicado que era emocionante honrar a Harry y Meghan por su trabajo para apoyar la "equidad tanto en Estados Unidos como en el resto el mundo".

"No solo siguen predicando con el ejemplo. El duque y la duquesa también han decidido inspirar a la próxima generación de activistas a través del premio NAACP-Archewell Digital Civil Rights Award, asegurando el apoyo y el reconocimiento de las próximas generaciones de líderes de derechos civiles", añadió Johnson.

Harry llegó a la cita con un clásico traje negro de Ozwald Boateng, mientras que Meghan captó la atención de todos con un vestido azul de dos tonos, de Christopher John Rogers, con una abertura en la pierna. La ex actriz llevaba el pelo suelto en ondas. Los Sussex optaron por vestirse en esta ocasión con diseñadores afroamericanos.

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