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Charlene de Mónaco recupera poder y presencia junto a Alberto en un año con más luces que sombras

Aunque todavía no se ve completamente recuperada de la enfermedad que le significó alejarse de la realeza monegasca durante un tiempo, sus apariciones públicas con un semblante más saludable fueron aplaudidas por los habitantes del exclusivo Principado

Charlene de Mónaco recupera poder y presencia junto a Alberto en un año con más luces que sombras - Créditos: Instagram

La princesa Charlene de Mónaco (44) ha vuelto en gloria y majestado a revalidar su papel de primera dama del Principado de Mónaco. Luego de una compleja enfermedad que la mantuvo alejada de las actividades oficiales, como también de su familia, la ex nadadora olímpica nacida en Zimbabue un 25 de enero, tuvo un segundo semestre realmente renovador.

Aunque muchos se habló que su padecimiento también la había alejado sentimentalmente de su esposo, el príncipe Alberto II de Mónaco (64), la princesa consorte monegasca ha desmentido en los hechos cualquier atisbo de crisis y se ha encumbrado como la figura femenina heredera de la princesa Grace -su fallecida suegra- y de Carolina (65), su cuñada, quien por décadas fuera el centro de atención de lo que en ese momento se conocía como el jet-set europeo.

Charlene ha vuelto a ser la encargada de acompañar a Alberto en las principales acitividades de la realeza, como también en la madre de sus dos pequeños mellizos, Jacques y Gabrielle, de 8 años. El punto cúlmine este año fue el Día Nacional de Mónaco, el pasado 19 de noviembre, cuando la princesa de origen alemán, pero nacida en el continente africano, apareció con un vestido-abrigo de color blanco, remarcando su exquisito gusto y deslumbrando a cada uno de los habitantes que llegaron hasta la catedral para conmemorar la fecha.

La princesa aún mantiene un semblante serio, como si su condición de salud aún no fuera perfecta, pero ha mejorado ostensiblemente su tono y su actitud en comparación a la que volvió luego de estar cerca de un año alejada de cualquier evento. Aquel obligado distancimiento causado por su enfermedad, coincidente con un período de la pandemia, también le hizo un daño a su imagen pública, ya que los rumores de que su alejamiento de la realeza monegasca respondían a un quiebre sentimental con Alberto, mermaron también el ánimo de la realeza.

Charlene ha vuelto empoderada

Pero a lo largo de estos meses, cualquier versión de separación ha sido desmentida por los hechos: Charlene y Alberto denotan armonía, y se les ha visto muy cómplices estas semanas de fin de año, en los que las campañas por combatir el frío invierno y por otorgarle a los niños unas felices navidades han sido parte de sus ocupaciones reales.

La normalización de la agenda de compromisos oficiales de Charlene, también ha vuelto a reposicionar a las hermanas de Alberto, Carolina y Estefanía de Mónaco (57), quienes fueron un permanente apoyo y compañía cuando la ausencia de la princesa consorte obligó a una necesaria participación de las hijas del desaparecido Raniero III, de la dinastía Grimaldi.

Y si bien las funciones administrativas y de dirección pública de Mónaco le corresponden al príncipe Alberto II, Charlene ha vuelto a empoderarse como la mujer más fuerte del Principado, madre de dos mellizos que en unos años más ya tendrán su propia independencia y una de las más sofisticadas y luminosas integrantes de la realeza europea.

El año 2022 de Alberto y Charlene en Mónaco...

 

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