La princesa Charlene (44) y Charlotte Casiraghi (36) se vieron juntas y muy cómplices en la inauguración de una villa navideña en el Principado de Mónaco y dejaron en claro por qué son dos de las figuras femeninas más mediáticamente interesantes de la realeza europea.
La esposa del príncipe Alberto de Mónaco, luego de afrontrar hace un año sistemáticas enfermedades que la mantuvieron alejada de las apariciones públicas, ha regresado a copar el espacio de la mujer más poderosa del principado europeo.
Pero esta vez no quiso estar sola con sus gemelos Jacques y Gabrielle, de 7 años. En la inauguración de una aldea navideña que anuncia la llegada de las fiestas de fin de año en Mónaco, la princesa asistió también acompañada de Charlotte Casiraghi, la modelo hija de la princesa Carolina de Mónaco y del fallecido Stéfano Casiraghi.
La ausencia del príncipe Alberto, quien se encontraba en Alemania recibiendo un premio por su promoción de la sostenibilidad, pasó casi inadvertida con la llegada de la princesa y su sobrina política, quien no posee título nobiliario pero que ocupa la undécima posición en la línea de sucesión de la corona monegasca.
Charlene y Charlotte, una dupla de elegante atractivo
Las dos "Ch" asistieron a la apertura de la villa navideña tratando de evadir el frío que arreció este viernes en Mónaco. Tanto la princesa como la modelo lucieron prendas definitivamente invernales, al igual que los gemelos, que nuevamente dieron un ejemplo de impecable comportamiento, tal como lo hicieron la semana pasada en el desfile del ejército del principado.
Charlotte visitó un abrigo que combinó colores blanco y negro, un cuello de polo oscuro y botas negras. Rompía la elegancia bicolor, un bolso de tono rojo.
La princesa Charlene también lució vestuario en tonos oscuros, donde destacó el abrigo azul marino con cuello que le tapaba la garganta y botas nehgras. Sus gemelos Jaques y Gabrielle no le dejaron espacio al frío, portando ambos abrigadores atuendos, relevando los tonos oscuros, salvo el colorido vestido rojo y verde de la pequeña.
Los dos hijos de Charlotte no se hicieron presentes para que pudieran jugar esta vez con sus primos Jaques y Gabrielle. La modelo tiene a Raphael (8), hijo de su ex novio Gad Elmaleh, y a Balthazaar (4), fruto de su matrimono con el productor de cine francés Dimitri Rassam.
La presencia de Charlotte empieza a mostrar su ascenso en el escenario de la realeza monegasca, en desmedro del lugar que muchos años tuvo su madre, la princesa Carolina (65), cada día más alejada de las actividades públicas, y de su tía Estefanía (57), quien también prefiere estar en lugares secundarios.