El esperado discurso de Navidad de la Reina Isabel estuvo marcado por tres elementos evidentes y que no pasaron inadvertidos: el sentido homenaje a su difunto marido, el Príncipe Felipe; la omisión de su hijo Andrés y de los Duques de Sussex, Harry y Meghan; y el gran énfasis que puso en las labores reales que llevan a cabo los Príncipes Carlos y William junto con sus esposas, Camilla Parker y Kate Middleton, respectivamentye.
Si bien se dijo hace unos meses que la soberana había invitado a los Sussex a que concurrieran al almuerzo de Navidad, que en los últimos días se suspendió por la variante Omicron del covid-19, y que estaba en gestiones para contar con la visita de Harry y Meghan para conocer a su bisnieta Lilibet Diana, ayer quedó en claro que, al parecer, la pareja que vive en Montecito, California, no aparece en los primeros lugares de sus oraciones.
La omisión de Harry y Meghan
Los Duques de Sussex dejaron sus deberes reales a comienzos de 2020 para mudarse a Norteamérica. En una entrevista con Oprah Winfrey, alegaron que hubo racismo de parte de la realeza, debido a que Meghan es hija de padre caucásico y madre afroamericana. También hubo un discurso navideño de la Reina Isabel II en donde aparecía con portaretratos de toda su familia, menos de los Duques de Sussex.
El discurso de Navidad se produce dos días después de que Harry y Meghan publicaran una foto con Lilibet Diana, su hija menor y quien debe su primer nombre a como llamaban a la reina en su infancia. La soberana no conoce personalmente a su bisnieta.
Si bien se ha dicho que la Reina los invitó al servicio de acción de gracia por el Príncipe Felipe, en la realeza preocupa la aparición de las memorias del Príncipe Harry, que se publicarán el próximo otoño después del Jubileo de Platino.
Otro que no fue mencionado fue el Príncipe Andrés, quien está en un lío legal con una ciudadana estadounidense que lo acusa de maltrado y abusos sexuales hace 17 años y por su cercanía con el millonario acusado de pedofilia Jeffrey Epstein.
Elogios para Carlos y William
La soberana, por el contrario, tuvo elogiosos conceptos para su hijo Carlos y su nieto William, junto con sus esposas Camilla y Kate, respectivamente. "Estoy orgullosa del trabajo asumido y mejorado por nuestro hijo mayor, Carlos, y su hijo mayor William, admirablemente apoyados por Camilla y Katherine, más recientemente en la COP, la cumbre del cambio climático en Glasgow", dijo la Reina Isabel II.
Su Majestad también tuvo un momento emotivo cuando recordó a su fallecido esposo, el Príncipe Felipe, quien murió en abril pasado a los 99 años.
"Aunque es un momento de gran felicidad y buen ánimo para muchos, la Navidad puede ser difícil para quienes han perdido a sus seres queridos. Este año, especialmente, entiendo por qué", dijo la soberana en alusión al Duque de Edimburgo.