Este 8M Sasha Sokol sacudió al mundo de la música y entretenimiento en México al denunciar públicamente el abuso infantil que sufrió de parte del productor Luis de Llano pues aunque tuvieron una relación consensuada, durante todo el tiempo que duró, ella fue menor de edad mientras él se la triplicaba.
“Durante toda nuestra relación yo fui menor de edad. Escribo esto llorando. Llorando por lo que sucedió, sí, pero llorando también por lo que sigue sucediendo ¿Cómo habría sido mi vida si Luis, en lugar de meterme en su cama, hubiera hecho lo que le correspondía, que era cuidarme? Nunca lo sabré. Lo que sí sé, es que las cosas que vives te marcan para siempre”, escribió la cantante.
Tras sus fuertes declaraciones, en redes sociales comenzó a viralizarse una canción de Sasha en la que, por medio de su letra, pareciera estar contando su historia con el productor y las pérdidas que vivió a raíz de esto.
La canción lleva el nombre Después de la Función que pertenece al álbum homónimo lanzado en 1987 y ha desatado muchas teorías que aseguran que la letra retrata lo que pasaba en la vida personal de Sasha mientras mantenía una relación con un hombre mayor.
Cuando salió la canción, la exTimbiriche tenía 17 años, aproximadamente cuando decidió terminar su noviazgo con el productor y la canción habla de tratar de olvidar.
“En un momento en que no hay que fingir, no sabría que decir pues ya nadie a mi me está escuchando. Sale el avión que me llevará a donde yo pueda olvidar, el sentimiento que me está llamando. Pasan las horas, nada cambiará y en un silencio todo acabará”, dice la letra de la canción.
Después de la función también haría referencia a que Luis de Llano es un hombre de mucha autoridad en el mundo del espectáculo: “Después de la función hay que olvidar, mi gran amor, mi gran verdad. Y tantas cosas que no debo recordar, parece ser que somos de papel y una vez más escribiré dentro de mí todo lo que no puedo hablar, después de la función”.
La canción que fue escrita por Áureo Baqueiro y producida por Raúl González, Fernando Riba y Kiko Campos y habla de la tristeza y soledad que puede sentir un artista: “Cae la noche, se cierra el telón, diario la misma solución que me lleva siempre aquel engaño. Esa sonrisa que he dejado atrás, frente a la luz bajo un disfraz, es la que yo en mi vida estoy buscando”.