Si bien los preparativos de la coronación del Rey Carlos III se han robado el interés y la preocupación, hay otros aspectos de la vida de la realeza británica que no pasan inadvertidos.
La familia real pasa la semana santa en Windsor y el domingo, al igual que en otras partes del mundo, los niños salen a buscar sus huevos de Pascua por los grandes terrenos que rodean al castillo.
Después del servicio religioso en la Capilla de San Jorge, la misma donde están los restos de la Reina Isabel II y el príncipe Felipe, se producirá la cena familiar, en donde este año Carlos III hará una excepción y permitirá que su nieto Louis se siente a la mesa con los adultos.

La comida tradicional de Pascua de los Windsor es el cordero asado. Pero también existen alternativas como la carne de venado y pollo faisán, acompañados por verduras de primavera, papas nuevas y zanahorias.
A la Reina le gustaba incluir platos propios, por lo que no se descarta que también haya salmón capturado en el río Dee y jamón asado.