El Rey Carlos III tiene fama de llevar un cocinero a todos sus viajes y también los ingredientes para sus comidas. Pero pocos saben que el soberano se salta el almuerzo y que hace 50 años estuvo a punto de convertirse en vegetariano.
Fue en los 70 cuando el entonces príncipe de Gales pensó seriamente en la posibilidad de no comer carne nunca más. Pero luego recapacitó y decidió a comer vacuno o cerdo dos veces a la semana, dentro de lo posible en preparación salteada. Y pescados y mariscos, otros dos días a la semana. También deja de lado los lácteos en uno de cada siete días.
El dieta del monarca considera un desayuno con frutas, nueces, semillas, huevos pasados ??por agua y una taza de té. La siguiente comida del Rey Carlos III se produce recién a las 17 horas.
Dicen que Carlos III ni siquiera bebe agua. ¿La razón? No tener que ir al baño y así evitar los descansos no programados
El Rey trata de evitar los banquetes siempre que puede, tanto en casa como cuando está en el extranjero. Uno de sus cercanos comentó que debió dar un discurso fuera del país cuando estaba indigestado, algo que por ningún motivo quiere repetir.
El soberano viaja con su propio chef para minimizar las posibilidades de intoxicación alimentaria. "Puede parecer extravagante, pero es absolutamente necesario que tu propio equipo prepare la comida con la mayor frecuencia posible, porque minimiza el peligro de intoxicación alimentaria".
El Rey Carlos III también lleva consigo su propia reserva de alcohol cuando viaja al extranjero. Le gusta que su personal le prepare los cocktails, especialmente su favorito: el martini seco.