Ni una palabra. Ni una fotografía. Ni un mísero mensaje que los vinculara a la fecha que en todo el Reino Unido se celebró este domingo. El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle sencillamente ignoraron el Día de la Madre.
No era de extrañar para quienes han seguido el derrotero de los duques de Sussex que la pareja no hiciera mención alguna al Día de la Madre, que en el Reino Unido se conmemora en marzo durante la cuaresma.
Harry casi ya es un ciudadano estadounidense y la presencia de Meghan en este tipo de circunstancias pesa. Ella celebra el Día de la Madre como acostumbran en su país, el segundo domingo de mayo, y el príncipe consideró normal ya que está viviendo en Montecito, California, no manifeatarse al respecto ni recordar a su madre, la princesa Diana.
Su decisión política y emocional de no enviar ni siquiera un mensaje a todas las madres de su país natal, Inglaterra, es una prueba fechaciente que Harry es cada vez es menos británico, y que su renuncia a la realeza no es solo un alejamiento de los privilegios reales sino que también un distanciamiento con las tradiciones históricas de su nación.
Habrá que esperar hasta el domingo 14 de mayo entonces para saber cuál será el mensaje de los Sussex para el Día de la Madre, y también será muy interesante saber cómo reaccionan en su país a un saludo claramente fuera del contexto que los británicos tiene internalizado.