La reina consorte debió extremar recursos para sujetar su sombrero y no perderlo cuando acompañó al rey Carlos III en su primer servicio anual del Día de la Commonwealth como rey.
El tormentoso clima de Londres le jugó una mala pasada a la reina consorte cuando llegó a la Abadía de Westminster, el mismo lugar donde ella y Carlos III serán coronados en poco menos de dos meses.
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Entre los asistentes al servicio del Día de la Commonwealth también estaban los príncipes de Gales, los nuevos duques de Edimburgo, Eduardo y Sophie, así como la princesa Ana y su esposo, el vicealmirante Sir Tim Laurence.
Algunos manifestantes de un grupo antimonárquico organizaron una manifestación frente a la Abadía y portaron pancartas que decían "No es mi rey", similares a las que ya vivió el soberano hace un par de semanas.
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Kate Middleton lució un traje azul marino de Erdem y un broche con las plumas del Príncipe de Gales. La princesa también tuvo que sujetarse el sombrero cuando el viento casi lo hizo volar al ingreso a la Abadía.
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Durante el servicio, el Rey Carlos III pronunció un discurso en el que hizo un llamado a la familia de naciones y las instó a "luchar juntas para lograr un bien común global".