Una seria preocupación ha alertado al clan Jackson que podría poner el riesgo importante especies que dejó Michael después de su muerte y que obligarían la madre del cantante, Katherine Jackson (92), a declarar frente a un juez.
Desde hace unos meses la policía estadounidense ha seguido de cerca los pasos del productor de cine y exprometido de La Toya Jackson, Jeffree Phillips, quien habría sustraído artículos de valor el 25 de junio del 2009, horas después de que el intérprete de "Remember the time" fuese declarado muerto.
Entre los artículos se encuentran más de 100 discos cuyas canciones fueron grabadas por Michael a mano y corresponden a una edición especial y privada, totalmente desconocida para el público. A esto se le suma un álbum de fotos, dos iPods, 3 cintas de casete e incluso los medicamentos que tomaba el cantante.
El valor total de los objetos rondan el millón de dólares, motivo por el que Phillips ha sido llevado a la justicia por un robo en un juicio que se prolongó por casi nueve días. Ante los hechos ha sido Jeffree quien ha exigido posponer la audiencia hasta que Katherine Jackson asista a dar su declaración.
Según el productor de cine, habría sido la madre de los Jackson quien le ordenó a Phillips llevarse los artículos de la mansión de Carolwood ya que esta iba a ser desalojada pronto. Sin embargo los abogados de la familia de la cantante ya habían sido alertados de que Jeffree estaba intentando vender los artículos a una casa de subasta.
Los abogados de Katherine, por su parte, han negado que la mujer de 92 años haya dado su aprobación y se encuentran trabajando junto a los otros defensores de la familia Jackson para lograr que el exprometido de La Toya devuelva todos los objetos robados en los que, se presume, se encuentra también el tubo de resucitación, el que también intentó subastar.
