El príncipe Harry (38) tiene una compleja relación con la prensa desde hace muchos años, cuando aún formaba parte del círculo íntimo de la familia real británica. Sin embargo en el último tiempo el duque de Sussex frecuenta los medios de comunicación para promocionar su libro.
Desde mucho antes que Harry conociera a Meghan Markle (41), ya era considerado como paranoico dentro de sus ayudantes por la obsesión que tenía con la prensa. Según comenta Valentine Low, autor especializado en la realeza y corresponsal del UK Times, el hijo menor del rey Carlos III ponía a prueba a los trabajadores del palacio.
A menudo el príncipe Harry les encomendaba difíciles tareas a sus colaboradores, con el único propósito de investigar a los medios, lo que los dejaba agotados. Sus ayudantes solían responder: “Harry, no elijas esta pelea. No vale la pena tener esta pelea. No tienes que perseguir todos los desaires que te han hecho”, pero eso era considerado un acto de deslealtad.
Harry perjudicó a quienes trabajaban para la familia
Los trabajadores del Palacio de Buckingham estaban cansados de las recurrentes peticiones del príncipe Harry, sin embargo no podían rehusarse a realizar las tareas asignadas, ya que su lealtad era cuestionada. Esto agravó los problemas de confianza en el duque de Sussex, quien ya no solo estaba obsesivo con la prensa, sino que también con los cortesanos del palacio.
La mayor queja de Harry era en contra del Royal Rota, el protocolo que permite a los corresponsales reales acceder a eventos del palacio. “Esta permanente sensación de frustración de Harry afectó a quienes trabajaban para la familia real”, comentó Valentine Low en conversación con Fox News.
La lealtad y privacidad fue un tema que mantuvo obsesionado al príncipe Harry durante años, hasta que decidió alejarse de las labores públicas y comenzar su vida en Estados Unidos junto con Meghan y sus hijos.