Con el nombramiento del rey Carlos III (73) han surgido detalles que no se conocían, entre ellos el hecho de que el soberano y su esposa Camilla (75) mantienen hogares separados desde que se casaron, en 2005.
El pasado miércoles el rey se tomó un día de reflexión en su casa de nueve habitaciones Highgrove y lo que llamó la atención es que la reina Camila no lo acompañó. Ella se fue a Ray Mill House, la casa que compró en 1996, luego de separarse de su primer esposo.
Incluso cuando Carlos y Camila viven juntos, ya sea en Londres, donde eventualmente se mudarán de Clarence House al Palacio de Buckingham, o en Highgrove House, o en Charles' Birkhall Estate, en Escocia, mantienen dormitorios separados.
Una fuente reveló a The Post que no sólo tienen casas separadas, sino que habitaciones individuales: "Son una pareja muy unida, así que esto no tiene nada que ver con las tensiones entre ellos. Camila tiene su propia habitación en Highgrove, pero rara vez se queda allí. Cuando están en el campo, ella prefiere estar en Ray Mill House, donde no solo está cerca de su familia, sino que también mantiene sus establos. Así es como siempre han sido las cosas con ellos".
El comentarista real Joshua Rom le dijo a The Post que es normal que ambos busquen tener su espacio personal para descansar de su ajetreada vida: "Los dos han emprendido un programa increíblemente agotador que impactaría a cualquiera, y mucho más a las personas de 70 años. Así que no es de extrañar que cuando tenían 24 horas libres, ambos iban a lugares donde podían quitarse los zapatos y relajarse".
El informante real agregó: "Ha sido un momento muy difícil para todos y creo que todo el mundo puede ver cómo Camila está siendo fuerte para Carlos y ayudándolo a ser el rey que quiere ser. Ella siempre ha sido un gran apoyo para él, pero no sorprende que también quiera algo de su propio espacio".