
Los piratas informáticos conocidos como The Dark Overlord entraron al sistema computacional del médico encargado de realizar intervenciones estéticas a algunas integrantes de la realeza británica. Datos confidenciales y fotos de sus operaciones fueron los instrumentos con los que el grupo extorsionó a la familia real, que hizo todo lo posible por ponerle freno a la filtración.
De acuerdo a información publicada por RadarOnline, el grupo de delincuentes cibernéticos se jactó en 2017 de haber tenido acceso a la base de datos de la clínica London Bridge Plastic Surgey. “Hay algunos miembros de la realeza allí… Tenemos bases de datos, nombre, todo”, declararon en esa oportunidad.

La familia real fue extorsionada por el grupo de piratas que le ordenaron al clan que entonces era liderado por Isabel II a cumplir con una serie de demandas para no publicar los datos robados que, supuestamente, incluía fotos de aumentos de senos y diversas cirugías estéticas a los que se habría sometido Kate Middleton, Meghan Markle y la actual reina consorte.
Según informes revelados por el mismo medio, la realeza ha enfrentado otros episodios similares con respecto al resguardo de información clasificada sobre sus cirugías plásticas. Un libro escrito por un ex médico real, conocido como Dr. X, fue bloqueado por miembros de la realeza para evitar exponer información médica.
El médico que siempre escribió de manera anónima, afirmó que la reina consorte Camila, se sometió a múltiples procedimientos estéticos antes de contraer matrimonio con el rey Carlos II en 2005. La princesa Diana, se habría sometido a un tratamiento experimental de Botox algunos meses antes de fallecer en París en 1997.
Dr. X revelaba en uno de los pasajes de su libro, conforme al citado medio, que Lady Di “estaba obsesionada con mantener una apariencia juvenil” y por eso intentó mantener su rostro terso a través del tratamiento.







