
El concierto de villancicos organizado por Kate Middleton coincidió con el estreno de la segunda parte del documental "Harry & Meghan". Lejos de ser una complicación, la princesa de Gales se desempeñó sin problemas y se vio mucho más segura, según explicó una experta en lenguaje corporal.
Es la segunda vez que Kate es la anfitriona en la Abadía de Westminster para el servicio de Christmas Carol. En la versión pasada, incluso, tocó el piano.
Según la experta en lenguaje corporal, Judi James, Kate está demostrando que es "la roca de la familia real".

"Nunca se había visto más segura bajo presión", dice James, quien explicó que el caminar a paso ancho de Kate cuando llegó a la Abadía demuestra lo determinada que estaba.
"Sostiene sus guantes y su bolso en una mano para que la otra pueda colgar a su lado en lugar de formar una barrera corporal. Su pulgar incluso parece levantado, lo que es una señal de entusiasmo y agudeza", explica.
Pero es la "sonrisa de conocimiento" de Kate la que revela lo resistente que realmente es.

"Normalmente, su sonrisa 'real' es completamente simétrica, pero aquí parece mostrar una sonrisa asimétrica que se eleva un poco más en el lado derecho. Esta es más una sonrisa de 'conocimiento', con un toque un poco más humano, lo que sugiere que podría ser un destello de reconocimiento de la tormenta causada por la serie de Netflix, pero con una mirada de resistencia en lugar de cualquier señal de ansiedad o cautela".
Según la experta, la elección de llevar el cabello peinado hacia un lado insinúa aún más su confianza, tanto interna como externamente.
James detalla que "la princesa de Gales ingresó al servicio con la barbilla, que también es una muestra de su máxima resistencia".







