La boda de Meghan Markle (41) y el príncipe Harry (38) fue uno de los eventos más importantes y ha trascendido que para ese día tan especial, la hoy duquesa de Sussex le pidió a la reina Isabel II una joya que la soberana le negó.
El biógrafo real Robert Lacey en Battle of Brothers relató que la esposa del príncipe Harry quería usar en su enlace matrimonial una tiara de la que se había enamorado; sin embargo, la reina Isabel II no se la prestó por el origen controvertido de la joya, pero la monarca le dio otra opción que fue usada en su boda.
Dan Wooton, un periodista británico reveló que Meghan estuvo muy triste porque quería usar esa tiara: "tenía el corazón puesto en esa joya y el príncipe Harry enfureció cuando les dijeron que no podía llevarla”.
De acuerdo con Lacey, la tiara que quería usar Meghan Markle fue una de las joyas que llegó a Windsor después de la Revolución Rusa y que tendría un polémico origen, por lo que la reina sabiendo que los ojos del mundo estarían en la pareja de novios, le pidió que usara otra tiara y así evitar los cuestionamientos.
Finalmente la tiara que lució Meghan Markle perteneció a la reina María, quien estuvo casada con el rey Jorge V y es la abuela de la reina Isabel II y tenía un significado especial.