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Horas, eso es lo que le queda a Britney Spears para conocer la resolución de la jueza Brenda Penny, quien lleva el caso de la tutela legal de la artista, controlada en todos los aspectos de su vida durante los últimos 13 años por su padre.
La "princesa del Pop" se enfrenta hoy a la última audiencia del juicio contra Jamie Spears para conseguir su independencia, que además de sus finanzas, ha controlado su vida profesional y personal desde 2008 tras su pública crisis mental.
Jamie no solo cree que conseguirá ganar, sino que también teme recibir una denuncia por malos tratos hacia su hija. Frente a la presión de los medios y los seguidores de Britney, quienes exigen una explicación por la crueldad con la que decidió llevar su tutela estos largos 13 años. Razón por la que ha contratado a un nuevo grupo de abogados para protegerse.
Mientras espera a que llegue el momento, la estrella musical ha querido compartir cómo se siente y eligió su cuenta de Instagram para actualizarnos sobre su espera por su libertad, anunciando que reza porque la resolución sea favorable.
"Jamás he pedido tanto por algo en mi vida (...) Sé que he dicho algunas cosas en mis redes sociales, por ira, que no debería haber escrito pero, soy humana... y creo que se sentirían de la misma manera si les tocara vivir lo que yo he pasado".
En septiembre, Britney pudo celebrar una tremenda victoria: la cantante consiguió que la jueza quitara a su padre como principal tutor, tras una dura batalla legal. “Estoy traumatizada, sufro abusos, lo único comparable a esto se llama tráfico sexual”, es una de las revelaciones de la cantante durante el juicio, testimonio al que se han sumado otros testigos, para demostrar cómo era la vida de la artista, bajo el control de Jamie.
"La Sra. Spears ha dado a conocer sus deseos de poner fin a una tutela que ha soportado durante mucho tiempo y ha suplicado al tribunal que le permita recuperar su vida sin una evaluación médica", escribió el abogado de la cantante, Mathew Rosengart, en un documento de 110 páginas presentado en la Corte de Los Ángeles.
Tras la primera victoria legal de Britney, hoy, Jamie Spears teme que su futuro se complique, y es que junto a la posible liberación total de su hija podría llegar una posible demanda por malos tratos psicológicos y abusos, que no dejarían bien parado al padre de la artista. Además de nuevas demandas e investigaciones para analizar al detalle cómo se ha llevado la gestión de sus bienes y fortuna.