El Príncipe Andrew afirmó haber cortado todo contacto con Jeffrey Epstein en 2010, pero recientes correos electrónicos sugieren que pudo haber mantenido el contacto después de esa fecha. Este descubrimiento arroja nuevas dudas sobre la relación entre el príncipe y Epstein, y pone en cuestión las declaraciones previas del Duque de York.

