A la hora de seducir, cautivar, enamorar, no hay como ellos. Puede que en otros aspectos de la vida las cosas no se les den tan fáciles, pero para seducir, no hay como Escorpio, Leo y Piscis.
La diferencia es que mientras algunos tienen una identidad enamoradiza, y se comprometen en cada relación que establecen, hay otros que solo están por el placer de la conquista. Conseguido el propósito, es posible que nunca más sepamos de ellos.
Pero para hablar de seducción con compromiso, romance y una historia que no se tratará de una aventura, estas son las razones por las que estos signos deben tomarse en cuenta.
La pasión sinfín de Escorpio. Desbordan sensualidad por todos los poros. No pasan nunca inadvertidos y suelen estar rodeados de admiradores que han quedado encantados con sus palabras, miradas y movimientos. Es difícil cruzarse con un Escorpio sin que haya una manifestación física, o mejor dicho, que no haya amor a primera vista.
El brillo de Leo. De pronto, en el momento menos esperado, Leo hará su entrada en escena y nada lo detendrá, aun cuando haya resistencia en un comienzo. Los del signo Leo tiene un imán en su cuerpo. Si no es por su actitud segura y sus palabras convicentes , será única y exclusivamente por la energía que se desprende. El problema es que su ego es tan grande que suelen amarse a sí mismos más que a nadie.
El romanticismo de Piscis. Cautivan por su extrema sensibilidad. Les importa el contexto y las emociones. No se dejan llevar al comienzo por la pasión hasta que no están convencidos que la relación se dirigirá por el camino que ellos quieren. A veces pueden parecer posesivos, pero es una expresión de su calidez e interés por desarrollar una relación estable.