Celebridades

Princesa Charlene y Alberto de Mónaco intentan retomar su romance en Florencia

La pareja monegasca parece aliviar en Italia la tensión ambiental que según medios reales estaría debilitando la relación

La princesa Charlene (45) y el príncipe Alberto (65) de Mónaco abordaron un vuelo desde el Principado, la tarde noche del martes, con el propósito de tomarse algún tiempo lejos de sus obligaciones reales y llegaron como invitados de honor a la hermosa ciudad de Florencia, en Italia. 

Si bien la concurrencia de los reales monegascos tuvo un fin protocolar, como fue la gran gala por el 160 aniversario de la fundación del Consulado del Principado de Mónaco en la capital toscana, la pareja ha también aprovechado el viaje para recuperar ese tono romántico que, según algunas versiones, se ha ido desgastando cuando Charlene debió alejarse la presencia púboica debido a una enfermedad, en plena época de la pandemia.

Aunque los compromisos institucionales en Florencia tuvieron un carácter oficial, el paseo por Piazza San Firenze y la cálida recepción en la Fundación Zeffirelli, donde, entre otros, estaba el cantante lírico Andrea Bocelli, posibilitaron que la Charlene y Alberto pudieran disfrutar de un remanso y algo de tranquilidad, condiciones que en Montecarlo les es difícil encontrar.

Sonrientes y amables, Charlene y Alberto II saludaron a los residentes florentinos con ademanes atentos y discretos. El traje azul marino de Alberto de Mónaco estuvo muy bien complementado con el traje claro de dos piezas que eligió Charlene para desplazarse con comodidad y el habitual estilo en la actividad matinal. 

Aunque los pocos asesores que acompañaron a la pareja monegasca no entregaron mayores informaciones, la presencia de Charlene ha sido verdaderamente significativa, luego que las pasadas salidas al extranjero de su esposo -Italia, Francia e Irlanda- hayan sido en solitario.

La oportunidad para unas breves y románticas vacaciones a orillas del Arno, completadas con un paseo de la mano por las calles del centro histórico, dieron espacio para una serie de comentarios ligados a una reconciliación, luego de variados episodios en Mónaco donde la ausencia de Charlene, la soledad de Alberto y la presencia de Carolina y Estefanía, articularon muchísimas tesis respecto de los conflictos familiares y de pareja.

Testimonios de quienes estuvieron en las visitas a algunos museos florentinos, hablaron de la complicidad que tuvieron Alberto y Charlene, y del momento muy sentimental que hubo cuando el Príncipe recibió retratos de su madre Grace Kelly en el Palazzo Vecchio, pintados por el diseñador de cine Nano Campeggi, quien retrató a la estrella de Hollywood para los carteles de algunas de sus películas más famosas. Todo un detalle para cerrar una jornada romántica que la pareja tuvo en la noche, cuando ya vestidos de gala, asistieron a una recepción con motivo del anversario del consulado monesgasco en la bella ciudad italiana.

El encuentro de Charlene y Alberto con Andrea Bocelli

 

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