La amistad nació sin que se conocieran personalmente. En la mitad de la pandemia del Covid 19, cuando no se sabía cuán profundo impactaría el coronavirus en nuestras vidas, el príncipe Harry y Meghan Markle y su único hijo hasta ese entonces, el príncipe Archie, se refugiaron en una mansión de 20 millones de dólares en Beverly Hills tras salir de Canadá, un país que les estaba siendo muy hostil.
El refugio pertenecía a un hombre afroamericano que los duques de Sussex jamás habían visto en persona, con el que solo habían conversado remotamente, pero que les estaba dando una solidaria mano porque consideraba que a Meghan Markle se le estaba persiguiendo de una manera abusiva, no solo por la realeza británica, sino por un público que la agredía con muchas muestras de odio.
El propietario de esa mansión en Los Ángeles fue Tyler Perry (53), quien nació en una pobre zona de Nueva Orleans, creció prácticamente como un indigente y se desarrolló criado en un hogar marcado por el abuso. Su nombre originario es Emmitt Perry Jr., pero lo modificó para desvincularse de su padre.
Tras la muerte en 2009 de su madre Maxine, quien fue víctima de malos tratos por parte de su esposo, Perry quedó muy sensibilizado respecto de los abusos y violencia piscológica hacia las mujeres. De hecho, su ayuda a los Sussex nació cuando vio cómo a Meghan Markle, la prensa sensacionalista y la propia familia real empezó a atacarla con dureza. Aquella situación le motivó a prestarle ayuda a la pareja.
Así es el padrino de la princesa Lilibet
El padrino de la princesa Lilibet Diana, inspirado por un consejo que escuchó de Oprah Winfrey, fue alimentando un diario de vida con sus pensamientos y experiencias, se autoescribió cartas introspectivas, cargadas de mucho dolor y resiliencia que fueron la base del musical I know I've Been Changed, estrenado sin pena ni gloria en 1992, pero que en 1998 resurgió y se transformó en un éxito de taquilla que lo llevaron al estrellato.
El productor, a lo largo de su juventud, se vinculó sólidamente con la iglesia, y siguió escribiendo sin parar. Creó una serie de 13 obras teatrales en el mismo número de años, donde destaca Woman Thou Art Loosed!, en colaboración con el famoso pastor de Dallas T.D. Jakes.
En 2000, I Can Do Bad All By Myself contempló la primera aparición de Madea, la abuela tan atemorizada por el castigo de Dios como enamorada de las pistolas, fumadora de cannabis y vociferante, encarnada por el mismo Tyler Perry. El personaje fue tan exitoso que volvió a aparecer en La gran reunión de Madea (2002), Madea's Class Reunion (2003), Madea Goes To Jail (2005).
Tras los éxitos que lo alzaron como un actor-productor exitoso y millonario, Perry inauguró Studio en 2008, un estudio de grabaciones en Atlanta, edificado en el antiguo terreno de Delta Airlines, que cuenta con cinco estudios de sonido, una instalación de postproducción, un estanque, un set de rodaje, una sala con 400 butacas, una sala de proyección privada y áreas específicamente destinadas a espectáculos y celebración de eventos.
En 2015, Perry volvió a los escenarios teatrales, con una interpretación de su nueva obra original, Madea on the Run, en teatros que se repletaron a lo largo de Estados Unidos.
El productor pasó así a integrar el exclusivo grupo de los multimillonarios que encabeza su inspiradora, Oprah Winfrey (también muy cercana a los Sussex), y otros magnates de la industria del cine como George Lucas y Steven Spielberg.
Tyler Perry, mecenas y filántropo
La mansión que le cediera generosamente hace años a los duques de Sussex en Los Ángeles se suma a una isla privada que posee en las Bahamas, otra finca en Atlanta y una cabaña en Jackson Hole.
Los Sussex tampoco fueron sus primeros beneficiarios. El listado de las conocidas acciones de generosiad es enorme, pero resaltan la de 2019, cuando se ofreció a pagar la hipoteca y los estudios de cuatro niños que quedaron huérfanos cuando el novio de su madre la asesinó; también se supo que en 2020 se hizo cargo de cientos de facturas de compras de alimentos realizadas por personas mayores en 70 tiendas de Nueva Orleans y Atlanta.
El productor suele hacer también importantes donaciones a causas de derechos civiles, a través de su colaboración con la NAACP y la NAN, y es un contribuyente frecuente de entidades benéficas para personas sin hogar, como Feeding Marica, Covenant House, Hosea Feed the Hungry, Project Adventure y Perry Place; una entdad que se hizo cargo de una veintena de plazas que construyó para los supervivientes del huracán Katrina, en Nueva Orleans.
El día que los Sussex dejaron su mansión en Los Ángeles para residir en su actual casa en Montecito, Perry les regaló un piano de cola. No se conoce todavía cuál es el reglo que le obsequió a su ahijada este fin de semana.