Pese a que los príncipes Archie (3) y Lilibet (1) viven del otro lado del mundo, no pueden negar sus orígenes reales y hay un pasatiempo que heredaron de su abuelo el rey Carlos III, la jardinería.
Fue en el documental que sus controvertidos papás estrenaron el año pasado en Netflix, Harry & Meghan que quedó al descubierto que los menores disfrutan mucho pasar tiempo en el huerto que Meghan Markle tiene en su casa de Montecito en Santa Bárbara.
Durante unos segundos se pudo ver a Archie y Lilibet plantando flores y verduras jardín, algo que su abuelo, el rey Carlos III también disfrutaba hacer desde pequeño con su hermana Ana.
Fue en una entrevista para la revista Gardeners World que el soberano contó que de niño cultivaba verduras y otras cosas con su hermana pequeña en una parcela del palacio de Buckingham.
"Recuerdo que de niño me quedaba embobado mirando todas las plantas. El olor y todo lo demás tenían un profundo efecto en mí. No sé por qué, pero también me encantaban los árboles, siempre me han fascinado", indicó el ahora rey, quien quizá no sepa que los nietos con los que menos convive son los que tienen más en común con él.