Una nueva polémica golpea a la Casa Real española, y esta vez es producto de las acciones de uno de los miembros menores de la monarquía. Froilán (24), hijo de la infanta Elena, se convirtió rápidamente en la oveja negra de la familia, haciéndose una reputación de meterse en problemas en fiestas.
Su mala conducta llevó a que su madre le pidiera mudarse a Abu Dabi junto a su abuelo, el rey Juan Carlos I y así mantenerse alejado del ojo público. Pero su estancia en el país árabe duró menos de un mes, ya que este fin de semana Froilán se reunió con sus amigos, incluyendo a Anita Matamoros, hija de los colaboradores de Telecinco Kiko Matamoros, para tener un intenso fin de semana de parranda.
Diversos medios españoles registraron el tour del sobrino del rey Felipe VI por distintos clubes nocturnos de Madrid. La celebración de Froilán duró hasta las 8 am del domingo, cuando se encontraba en un “after” ubicado en las cercanías del estadio Santiago Bernabéu.
La fiesta terminó mal para Froilán
Mientras el hijo de la infanta Elena compartía con su grupo de amigos, la Policía Municipal de Madrid llegó hasta el lugar tras el reporte de los vecinos, quienes alertaron ruidos molestos desde la sala. El establecimiento cuenta con la licencia de sauna, y su precio de entrada va desde los 1.200 a 1.500 euros.
Froilán se encontraba en un ambiente lleno de irregularidades, ya que además estar en un lugar sin autorización para fiestas nocturnas, el aforo era superado con creces. Con una capacidad máxima para 99 personas, los agentes contabilizaron 229 personas en el “after” ilegal.
Además, dentro de los centenares de jóvenes que se encontraban en el lugar, habían menores de edad consumiendo alcohol, y se encontraron drogas como “cocaína rosada” o “tusi”. Así fue cómo terminaron las 72 horas de fiesta para Froilán, la oveja negra de la familia real española, quien comenzó su parranda el jueves en Panthera, un restaurante que luego se convierte en discoteca y que es uno de los lugares que más frecuenta.