Sin que lo sospechara siquiera, Ben Affleck (50) debió extremar sus recurso al volante para poder liberarse del atolladero que le significó que su automóvil Mercedes Benz quedara estacionado entre otros dos coches y con el mínimo espacio para maniobrar.
Ni que hubiera sido algo planificado por un programa de cámara oculta, el actor y productor de Hollywood cayó en su propia trampa al estacionar su coche en paralelo a lo largo de la calzada, sin considerar que el espacio que dejaba entre los automóviles que estaban adelante y atrás le impedirían luego salir con rapidez del lugar.
Luego de estacionar, Affleck bajó de su automóvil para ir a comprarse un café helado y fumarse un cigarrillo. Volvió adonde estaba estacionado y se percató que sería imposible salir del atolladero, sin pasar a llevar a los automóviles que lo obstaculizaban para avanzar o retroceder.
Affleck bebió su café con tranquilidad y se fumó el cigarrillo con total relajo, quizás a la espera de que llegara alguno de los conductores de los coches que taponeaban el suyo.
Vestido por completo de manera informal, con una sudadera con capucha negra y encima una chaqueta gris, más unos pantalones deportivos y unas tenis de calzado, Ben Affleck esperó sin éxito y optó por subirse a su automóvil e iniciar las maniobras de liberación de su coche para abandonar el lugar.
Lentamente, no sin golpear sin causar daño estructural o superficial a los automóviles de delante y atrás, Affleck maniobró pacientemente hasta que se hizo el espacio para poder salir del lugar y retornar a circular por la calle. Todo esto sin que los propietarios de los coches que taponeaban a la estrella de Hollywood supieran quién esperó un buen rato por ellos.