Durante el matrimonio de 15 años del Rey Carlos III (74) con la princesa Diana, siempre hubo una mala relación entre ambos. Por más que trataron de disimularlo ante la sociedad, la tensión entre los padres del príncipe William y el príncipe Harry era cada día más evidente. De hecho, hasta la bebida favorita de Lady Di ocasionó disgustos con quien hoy es el monarca.
Las peleas más habituales de los entonces príncipes de Gales eran domésticas, motivo por el cual gran parte del pueblo de Inglaterra no se enteraba de los conflictos.
De acuerdo con el chef real Darren McGrady, Lady Di era una gran fanática al desayunar sus frutas y tostadas con café, bebida que Carlos III detestaba. Darren aseguró que el soberano odiaba iniciar su día viendo a su entonces esposa consumir café en el desayuno.
El cocinero manifestó que era muy usual ver a Diana beber café, dejando de lado el té. Esta última es la bebida típica de los británicos y también de la realeza. Esta situación trajo diversos conflictos entre la princesa y Carlos III, por lo que constantemente, según McGrady, el rey dejaba sola a Diana en el desayuno.
El monarca intentó en muchas oportunidades que Lady Di cambiara sus gustos por las tradiciones de la Familia Real, que incluía la comida y vestimenta, algo con lo que ella nunca estuvo de acuerdo. Esto también generó que la relación con el primogénito de la Reina Isabel II se tornara más difícil y tensa.