La Guardia Real Británica se ha vuelto muy popular en el mundo entero debido al servicio que prestan a la Familia Real. Estos hombres deben permanecer por muchas horas en una posición no tan cómoda y estar al tanto de todo lo que sucede a su alrededor para proteger a los miembros de la realeza.
Muchas de las personas que visitan el Palacio de Buckingham aprovechan para fotografiarse con los guardias, pensando que son una atracción turística o un adorno, sin embargo, su labor va mucho más allá, ya que son parte de la élite del ejército inglés.
De acuerdo con Changing the Guard, una jornada para estos hombres equivale a seis horas divididas en turnos en el que no pueden hacer ningún tipo de gesto o abandonar su posición. Solo deben colocarse firmes, no pueden hacer movimientos, rascarse, ir al baño, relajar su postura o sentarse.
No obstante, para aguantar dicho trabajo cada 10 minutos hacen “stamping”, un movimiento en el que mueven sus pies o dan taconazos, cambian de lado su arma y marchan 20 pasos. Soportar todo ello no es tarea sencilla y por tal razón la remuneración que reciben es más que envidiable.
El portal Leisure and Lux explicó que, dependiendo del rango, el salario de estos guardias es de 30 mil 500 libras esterlinas anuales, aproximadamente un poco más de 37 mil 700 dólares americanos. Una de las características principales de estos soldados son los sombreros negros llamados bearskins, los cuales pesan entre 2 a 4 kilos y cuya finalidad es hacerlo lucir más altos e imponentes.
Además, los guardias también son entrenados por si algún momento uno de ellos se desmaya, y es que tienen su propio protocolo que indica caer caer primero sobre sus rodillas, poner las manos delante y quedar tendidos boca abajo, en posición recta, lo más elegante posible y sin llamar la atención. Si un soldado se desmaya el resto de compañeros debe ignorar esta situación hasta que llegue la atención médica y controle la incidencia.
Por otra parte, hay turistas que no se limitan al momento de bailar junto a ellos o incluso imitarlos, pero no pueden tocarlos o molestarlos. Sí algún turista o cualquier persona se les cruza en su camino, ellos gritarán: “Make way for the King’s guard!”, que en español sería: “Abrir paso a la guardia del Rey”. Si algún ciudadano inconsciente, borracho, ignorante o maleducado, decide pasar por alto esta frase, podrían ser arrollados por los soldados, incluso podría ser apuntado con su arma.